¿Alguna vez has tenido época de exámenes y sientes que los nervios se apoderan de ti? La ansiedad previa a un examen es súper común, pero hay formas de calmarla y mejorar cómo te va en cada prueba. Aquí tienes algunos consejos para combatir el estrés académico y sacar lo mejor de ti.
Lo primero: organiza tu tiempo. Dejar todo para el último minuto solo hace que los nervios crezcan. En lugar de eso, crea un calendario y divide el estudio en partes. Así, cuando lleguen los exámenes, te vas a sentir más seguro porque ya repasaste lo necesario. Además, estudiar poco a poco ayuda a que te acuerdes mejor de todo.
Cuando sientas que la ansiedad sube, prueba con la respiración profunda. Sí, es un consejo simple, pero súper efectivo. Respira hondo un par de veces y verás cómo el cuerpo se relaja. Esto también funciona cuando estás repasando; te ayuda a concentrarte mejor y a no agobiarte.
Otra cosa clave: cuida de tu salud. Dormir bien, comer de manera balanceada y moverte un poco hacen una gran diferencia. Cuando estás descansado y bien alimentado, es más fácil mantener la calma y concentrarte en el estudio.
Evita las distracciones. Lo sabemos, el celular y las redes están a un clic, pero para estudiar bien es mejor que lo pongas en “modo avión”. Incluso puedes usar apps que bloqueen el acceso a redes sociales mientras estudias. Al reducir distracciones, aprovechas mejor tu tiempo y todo se queda más fácil en la memoria.
¿Otra técnica para estudiar? Usar métodos más activos. Hacer resúmenes, mapas mentales o tarjetas de repaso mantiene el cerebro en movimiento y evita que el estudio se vuelva aburrido. Si puedes estudiar en grupo, mejor, porque resolver dudas y repasar con amigos hace que el estudio sea más llevadero.
Y si sientes que la ansiedad es demasiado fuerte, habla con alguien en quien confíes, como un profesor o consejero. Expresar tus preocupaciones ayuda a liberar un poco de presión y te da la oportunidad de ver todo con más calma. La idea es tener una formación integral, donde tanto tu mente como tus emociones están bien cuidadas.
Lo más importante: confía en ti. Prepararse con tiempo y ponerle empeño es clave para enfrentar cualquier examen. Cada prueba es una oportunidad para mejorar, y si las cosas no salen perfectas, no pasa nada; aprendes y sigues adelante. Con estos consejos, no solo vas a mejorar en los exámenes, sino que también te preparas para todo lo que venga.